VISITA DE DAVID CASINOS
DESAFIANDO A LA OSCURIDAD
He conocido a un héroe de carne y hueso. No es uno de esos que salen en las pantallas de cine o en las revistas de famosos. Es un héroe real.
La suya era una vida normal y llena de oportunidades. Pero en un segundo fue consciente de que todo iba a dar un giro inesperado. Observó como en un instante todo su mundo se veía envuelto en una oscuridad inmensa. Una enfermedad le arrebató algo con lo que había nacido y crecido: la visión. Todas las cosas que de normal hacía se volvieron complicadas y costosas, desde vestirse por la mañana hasta poder leer un libro. El día a día se convirtió en un reto.
Después de ese duro golpe, puso todas sus ganas en aprender de nuevo como poder volver a vivir. Primero con un bastón comenzó a memorizar cada esquina, cada cruce. Todo. Hasta que la oportunidad de tener un perro guía se presentó ante él. Así, Ximena, su fiel compañera, pasó a formar parte de él.
Cuando a los alumnos de 3º y 4º de la ESO nos habló de todo esto, nos sorprendió que a pesar de todo emanasen de él tantas ganas de vivir y que hiciese ese esfuerzo de luchar contra algo nuevo, ante lo que se vio solo y desprotegido. Además de que a pesar de su discapacidad haya logrado llegar a lo más alto en el mundo del deporte y de las Paralimpiadas. Es algo digno de admirar.
Sus palabras aquella tarde llegaron hasta lo más profundo de nuestro pensamiento e incluso lograron empañar algunos ojos con lágrimas. “Sabemos lo que somos, pero no lo que podemos llegar a ser” Salían estas palabras de su boca. Eran tan ciertas que quedaban grabadas en nuestro ser.
Y es que a veces no valoramos lo que tenemos, creemos que estamos concienciados y que nada puede salir mal. Las palabras rebosantes de fuerza y certeza de alguien como David Casinos nos hacen reflexionar sobre lo afortunados que somos y lo mucho que debemos disfrutar de cada momento que vivamos o cosa que tengamos.
Durante esas dos horas que compartimos con esta gran persona en la que descubrimos tantísimas cosas sobre él y su paso por las Paralimpiadas, dejamos atrás nuestras “alocadas mentes” para abrir los ojos ante la realidad y razonar como personas adultas, porque ante gente como este hombre merece la pena quitarse el sombrero.
Pienso que la forma de afrontar su vida ha de servirnos a todos para llenar las nuestras de valor, fuerza y espíritu de lucha para afrontar lo que nos aguarde en el camino sin miedo.
Gracias, David Casinos.
Natalia Pelufo.
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